"Dios me creó para ser esclava, así como creó al camello para que fuese un camello", es el testimonio de Fatma Mint Mamadou; testimonio que sería - al menos para la mayoría de nosotros - imposible de concebir de no remontarnos a Mauritania, una región del noroeste de África, donde unas noventa mil personas, al igual que ella, se hallan en la condición de servidumbre involuntaria.
De alguna manera, la carga de conformidad y aseveración que se desprende de la afirmación de Fatma, es una invariante que se distingue a lo largo de todo el artículo "Creados para ser Esclavos": "ningún africano negro tiene los pies encadenados para servir a los jefes tribales árabes que gobiernan el país. Los amos no duermen con pistolas debajo de la almohada, tampoco temen que un Nat Turner encienda la chispa de la rebelión".
¿Cómo se explica dicha avenencia, semejante conciliación, por parte de toda una gran masa de población?
Michel Henry diría - con otras palabras seguramente - :"Fatma nació y vivió entre esclavos, fue educada para obedecer, cocinar y reproducir entre otras cosas, no conoce otro universo más que aquel en el cual está inmersa y con el cual interactúa cada día de su vida, es de esperar que - como dice el artículo - Fatma no muestre voluntad alguna de resistencia (...) contra la historia . La conciencia subjetiva - la manera en que los hombres comprenden e interpretan su propia vida - depende de la vida individual de cada sujeto.
"No es la conciencia de los hombres la que determina su vida, es la vida la que determina su conciencia" . Para comprender este enunciado es clave clarifiacar en primer lugar el concepto de praxis. Este término comprende lo que se conoce como trabajo vivo, entendiéndose por éste, todo aquello que el trabajador siente, sufre, piensa, al realizar un trabajo; praxis tiene que ver con todo un despliegue de una subjetividad orgánica concreta.
Este aspecto de la teoría de Marx que Henry desea remarcar es el que permite entender a un sujeto que se acerca a su objeto - a través de la praxis - y al cual le es imposible instaurar entre él y su deseo o su esfuerzo, un distanciamiento que le permita escapar a lo que él hace o es. : "En su mente (Fatma) será una esclava siempre".
"El sujeto (explica Henry) sumergido rápidamente en sí mismo y fundamentalmente pasivo ante su propio ser, coincide inevitablemente con él para ser lo que es". Entonces, ya no parece imposible que en la región de Mauritania la idea de rebelión ni se conciba entre hombres que perdieron la conciencia colectiva de libertad hace ya muchos años.
Sin embargo, ¿cómo entender que toda una sociedad resigne su destino de esa manera? ¿Cómo es posible que en encontrándonos en las puertas del S XXI exista una sociedad en la cual los esclavos se hallan en un estado total de sumisión, "una sociedad en la cual tanto los esclavos como los amos aceptan que la esclavitud es algo normal".
El autor de "La Vida Y La Muerte: Marx y el Marxismo" lo explicaría alrededor del término de ideología.
La ideología se entiende, desde una perspectiva marxista, no como algo que posee autonomía, sino como dependiente de la vida misma, constituye la representación de la vida. Del tal modo, la ideología de clase es - citando a Henry - lo que permite explicar el por qué múltiples individuos hacen la misma cosa y viven de la misma manera y piensan también de manera semejante.
Cómo sorprendernos entonces, frente al consentimiento de estos noventa mil esclavos. Es claro, que en tanto clase (dichos habitantes de Mauritania) no tienen pensamiento, ni voluntad alguna, ni tampoco capacidad de actuar.
Pero entonces, ¿deberíamos quedarnos con esta visión tan poco optimista de la historia?
Afortunadamente existe una manera de escapar a este determinismo - si es que se lo puede llamar así -.
Michel Henry, citando a Marx, vislumbra una forma de trascender la propia vida en la medida en que cada uno de los hombres no "encuentre más la justificación y el sentido de su vida en sí mismo ( ... ) sino en la conformidad de la acción con ese movimiento de la historia que es el único que importa".
Para terminar se me ocurre relacionar el título del artículo "Flagelos del Pasado en el Presente" con la idea de progreso de Marx, descrita por Michel Henry.
De alguna manera, Marx, predecía la evolución de la vida, a la par de la ciencia. Sin embargo, tan sólo la lectura del título del artículo, nos permite dar cuenta de cierto hostigamiento - la esclavitud - que, perteneciente al pasado, se continúa hasta el día de hoy.
Marx previó que con el paso del tiempo los avances de la tecnología irían permitiendo un desarrollo del proceso productivo y la cada vez menor participación en él del trabajo vivo. El hombre gozaría entonces de mayor tiempo libre y podría dedicarse a las actividades más elevadas del espíritu.
En contraste con este pensamiento, el artículo expone como "en la interminable región (...) que va desde Senegal hasta Marruecos, unos noventa mil esclavos trabajan como lo hicieron por más de quinientos años (...) sirviendo a sus amos, cuidando manadas, recogiendo dátiles (...) y reproduciendo la próxima generación de propiedad humana".
El artículo original se encuentra en
Creados para ser esclavos, La Nación[1] Diario La Nación, "Creados para ser Esclavos", Domingo 26 de Octubre de 1997.[1] Op. Cit. 1.[1] Michel Henry, "La Vida y La Muerte: Marx y el Marxismo", pág.29.[1] Op. Cit 3, pág. 27.[1] Op. Cit.3, pág. 27.[1] Op. Cit 3. Pág. 30.[1] Clase considerada como una totalidad trascendente a los individuos.[1] Michel Henry, "La Vida y La Muerte: Marx y el Marxismo", pág.32.[1] Aunque es claro que Marx se refere al levantamiento del proletariado cuando se refiere a "ese movimiento de la historia", en el presente trabajo me pareció aplicable a la "rebelión de la sociedad esclava".[1] Op. Cit.8. Pág. 32.
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